Entre otras cosas, la vida está para experimentar. Atreverse a hacer cosas nuevas y probar. Una vez escuché que hay que hacer algo nuevo todos los días. Bueno, quizá no haya que llegar a tales extremos puesto que, de ser así, ¡la novedad acabaría convirtiéndose en rutina! Aparte del gasto emocional que implicaría encontrar algo nuevo cada vez.
Quizá sea más práctico tratar de mantener una novedad por 30 días al menos, como explica Matt Cutts en su charla TED, o utilizar el método Kaizen del que os hablé en una entrada anterior y que utilizo para escribir mis libros.
En cualquier caso, charla arriba, método abajo, hoy se han confabulado los astros para hacerme pasar, en la línea temporal que conforma mi vida, por tres hitos novedosos. Dos tienen que ver con Off y otro es completamente ajeno a él, aunque igual de relevante:
- He realizado una entrevista de trabajo, desde el lado del entrevistador (desde el entrevistado he tenido la oportunidad de hacer muchas en mis viejos tiempos).
- He llevado a la Librería Rafael Alberti de Madrid (una de las librerías con más solera de la capital) mi libro porque un buen cliente de la misma, para mi grata sorpresa, lo había solicitado y ellos no disponían de ninguno.
- He quedado con una lectora de Off, que no conocía de nada, para comparar impresiones sobre el libro y compartir «consejos» sobre el apasionante mundo de la escritura en el que también se ha iniciado.
Como veis, no son hitos sumamente espectaculares pero, en mi universo, son novedosos. Pero ¿por qué he hecho un post de ésto? Primero porque en un tweet no me daba y porque creo que es bueno hacerle frente a los pequeños retos de la vida con motivación y ganas, aunque a priori no nos guste hacerlo y prefiramos el placentero mundo de la comodidad. Cada uno de los tres puntos anteriores podría haberlo afrontado de la siguiente manera:
- He delegado en un compañero realizar la entrevista de trabajo -> Ponerse delante de un desconocido para explicarle qué queremos y que me explique qué sabe no va conmigo. Prefiero que lo haga otro.
- He declinado llevar personalmente el libro a la librería indicándoles que lo pueden adquirir en Amazon -> Total, por un libro… para que me voy a molestar en ver dónde está esa librería y perder mi tiempo.
- He contestado amablemente a la petición de la lectora que no tengo tiempo para tomar un café. Que gustosamente todo lo que quiera por correo electrónico -> ¿A cuento de qué voy a tomarme nada con alguien que ni conozco?
De esta manera, hubiera continuado cómodamente sentado en el sofá de casa, con las pantuflas puestas y viendo la tele (que es una imagen placentera como otra cualquiera). Es una opción, pero es una que no quiero. Nadie sabe lo que le deparará el futuro, pero como decía Einstein: «No esperes resultados diferentes si siempre haces lo mismo».
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