Llego tarde, como de costumbre. Empiezo a correr escaleras abajo por el intercambiador de Moncloa como alma que lleva el diablo. En el vestíbulo, a punto estoy de llevarme por delante a un hombre que corre en dirección transversal a… Leer más ›
Llego tarde, como de costumbre. Empiezo a correr escaleras abajo por el intercambiador de Moncloa como alma que lleva el diablo. En el vestíbulo, a punto estoy de llevarme por delante a un hombre que corre en dirección transversal a… Leer más ›