Hay un dicho que reza: «una alegría compartida se multiplica y una tristeza se divide». Pues bien, toca compartir alegrías, que son las que suman, que de tristezas no he venido a hablar.

Hace un par de meses (casi al poquito de publicar Off), me propuse ir creando una especie de monedas de casino que «certificaran» cada uno de los hitos de ventas por los que pasaba el libro. La cota de las 100 ventas fue la primera de las alegrías que compartí hace poco más de un mes. Ahí estaba yo, photoshop en mano, para inmortalizar el evento a golpe de ratón. Después de alcanzar tal magnitud, para algunos irrisoria pero para alguien que está empezando una cifra importante, me propuse el siguiente objetivo: 250 ventas. Es cierto que, por aquella época, el número de libros que conseguía vender al día/semana había sufrido un descenso significativo. Es lo normal, pasada la resaca de la novedad en la que familiares y amigos se lanzaban al gusto de comprar sólo por el hecho de conocerme, entraba en el terreno pantanoso de los desconocidos; aquellos que desconfían de ti, tanto como tú de ellos. Las 250 ventas se me antojaban una cuesta empinada que coronar con pequeños pasos. Pues bien, gracias a la promoción gratuita que con motivo de mi exclusividad con Amazon me brindaba su plataforma KDP, superé con creces esa cifra. Los pequeños pasos se convertían en saltos que me llevan directamente al título de este post: las 500 copias. Así que aquí la tenéis, otra muesca más en mi revólver. La siguiente, un objetivo mucho más ambicioso, el campamento base de las 1.000 copias. Otra cuesta empinada que tomar con calma y buen humor pues nunca se sabe cuándo se puede alcanzar.

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